13 de julio de 2011
4 nuevas ciudades en la Lista del Patrimonio mundial
La 35a sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO se celebró en París (Francia) del 19 al 29 del pasado mes de junio. Con motivo de dicha reunión, el Comité inscribió, en total, 25 nuevos sitios en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, 3 de los cuales son naturales, 21 culturales y 1 mixto.
Tras ese encuentro, la Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial se complace en acoger en su seno cuatro nuevas ciudades del Patrimonio Mundial. Presente en el encuentro del Comité del Patrimonio Mundial, el Secretario General de la OCPM, Sr. Denis Ricard, declaró: “Nos sentimos honrados y privilegiados de recibir en nuestro club selecto de ciudades del Patrimonio Mundial estas cuatro nuevas inscripciones. Estas ciudades, aldeas y aglomeraciones, cuya salvaguarda y preservación incumben ahora a la humanidad entera, contribuyen a enriquecer nuestra memoria colectiva y son otros tantos nuevos lugares maravillosos para visitar y descubrir.”
Las nuevas ciudades del Patrimonio Mundial son:
1. Centro histórico de Bridgetown y su guarnición (Barbados)
El centro histórico de Bridgetown, con su guarnición, es un ejemplo excepcional de la arquitectura colonial británica consistente en una ciudad vieja construida en los siglos XVII, XVIII y XIX, testimonio de la expansión del imperio colonial británico en la zona atlántica. El bien incluye también una guarnición militar situada en las proximidades y que consta de numerosos edificios históricos. Con su configuración de calles sinuosas, dicho bien es una muestra de un enfoque distinto de las ciudades coloniales creadas por los españoles o los holandeses según un plano en forma de damero.
Fuente: UNESCO
2. Fuerte Jesús, Mombasa (Kenia)
El Fuerte, edificado por los portugueses entre 1593 y 1596 según los planos de Giovanni Battista Cairati para proteger el puerto de Mombasa, es uno de los ejemplos más notables y mejor preservados de fortificación militar portuguesa del siglo XVI y una referencia en la historia de este tipo de construcción. El esquema y la estructura del Fuerte reflejan el ideal del Renacimiento, según el cual la perfección de las proporciones y la armonía geométrica deben inspirarse en el cuerpo humano. Se extiende sobre 2,36 hectáreas y comprende los fosos del Fuerte y la zona vecina inmediata.
Fuente: UNESCO
3. Paisaje cultural del país Konso (Etiopía)
El Paisaje Cultural del país Konso es un sitio árido de 55 km², con bancales de piedra y fortificaciones, situado en las altas mesetas de Etiopía. Constituye un ejemplo espectacular de una tradición cultural viva que se remonta a veintiuna generaciones (más de 400 años) y está adaptada a un medio ambiente seco y hostil. Este paisaje es un testimonio del reparto de los valores, la cohesión social y los conocimientos en ingeniería de sus comunidades. Asimismo, el sitio presenta estatuas antropomórficas de madera, dispuestas en grupo para representar a los miembros venerados de sus comunidades y los eventos heroicos de sus vidas. Son un testimonio excepcional y vivo de tradiciones funerarias que están a punto de desaparecer. Las lápidas de piedra presentes en las ciudades son muestras de un sistema complejo que marca la desaparición de generaciones de jefes.
Fuente: UNESCO
4. Aldeas antiguas del Norte de Siria (República Árabe Siria)
Situadas en el Noroeste de Siria, unas cuarenta aldeas, agrupadas en el seno de ocho parques, ofrecen un notable testimonio de los modos de vida rurales y aldeanos de la Antigüedad tardía y la época bizantina. Abandonadas entre los siglos VIII a X, estas aldeas, que se remontan a los siglos I a VII, ofrecen un paisaje y vestigios particularmente bien conservados: viviendas, templos paganos, iglesias, cisternas colectivas, termas, etc. Dichos paisajes culturales son reliquias que representan una importante ilustración de la transición entre el antiguo mundo pagano del imperio romano y el cristianismo bizantino. Los vestigios, que evidencian técnicas hidráulicas, muretes de protección y la parcelación romana, nos muestran hasta qué punto los habitantes dominaban la producción agrícola.
Fuente: UNESCO