Localización y sitio

Situado al sudeste de la ciudad de México, en las laderas del Popocatepetl, este sitio comprende catorce monasterios en perfecto estado de conservación. Estos edificios son representativos del modelo arquitectónico adoptado por los primeros misioneros – franciscanos, dominicos y agustinos – que evangelizaron a las poblaciones indígenas en el siglo XVI. Son también un ejemplo de una nueva visión de la arquitectura, en la que los espacios abiertos cobran una nueva importancia. Ese modelo ejerció una gran influencia en todo el territorio de México y más allá de sus fronteras.

Morfología urbana

Los monasterios representan también un ejemplo de un nuevo concepto arquitectónico en el cual los espacios abiertos adquieren una nueva importancia. Este estilo ejerció una influencia en todo el territorio mexicano, y hasta más allá de sus fronteras. El carácter distintivo de estos monasterios se encuentra en las relaciones entre los elementos construidos y los espacios libres, y sobre todo, en la importancia que se le da al vasto patio delantero o atrio, con sus posas individuales y sus capillas abiertas, que ofrecían una gran variedad de soluciones. Estos monasterios fueron fundados en regiones donde la población indígena era importante, con la meta de constituir puntos centrales para la implantación de ciudades, papel que desempeñan todavía hoy.

Criterios de inscripción

Criterio (ii): La influencia considerable del modelo arquitectónico de los monasterios, que se sintió en una vasta región, es incontestable puesto que se manifestó no solo en la segunda parte del siglo XVI en el centro y sudeste de México, sino también más allá con la expansión de la colonización y de la evangelización de los territorios norteños en el siglo XVIII, hasta dejarse sentir hoy en día en Estados Unidos, del Atlántico al Pacífico, bajo la forma de pequeños establecimientos conocidos como “misiones” en lugar de “monasterios”.

Criterio (iv): El grupo de monasterios seleccionado como representativo de un conjunto mucho más amplio y considerado como una familia pero también individualmente, es un testimonio característico de un cierto tipo de estructura, tanto arquitectónica como urbana, que servía de centro para la implantación de establecimientos para la reorganización de un territorio enorme, así como para la introducción de nuevos elementos sociales y culturales.

Referencias históricas

Los primeros monasterios del siglo XVI, situados en las laderas del Popocatepetl, constituyen un bien en serie formado de 14 elementos localizados en los Estados de Morelos y Puebla, México, edificados en el ámbito de la evangelización y la colonización de los territorios norteños de México. Estos monasterios son los de Atlatlahucan, Cuernavaca, Tetela del Volcan, Yautepec, Ocuituco, Tepoztlan, Tlayacapan, Totolapan, Yecapixtla, Hueyapan y Zacualpan de Amilpas en el Estado de Morelos, y Calpan, Huetotzingo y Tochimilco en el de Puebla. Son representativos del estilo arquitectónico adoptado por los primeros misioneros – franciscanos, dominicos y agustinos – por las soluciones de uso del espacio y expresiones arquitectónicas que demuestren la fusión y la síntesis de elementos heterogéneos. Un gran número de estos edificios tiene un aspecto militar evidente, además de otras partes incontestablemente originarias del Renacimiento o de estilo mudéjar. La expresión de la cultura indígena también está presente, en los grandes espacios abiertos utilizados para la adoración, tanto como en el trabajo de decoración y de pinturas en las paredes.