Localización y sitio

La Ciudad de Quebec se alza sobre un promontorio que domina el río San Lorenzo, en un lugar en que se estrecha antes de abrirse al estuario, el golfo San Lorenzo y el Atlántico. Una estrecha franja de tierra, al pie del acantilado, bordea el sitio defensivo.

Morfología urbana

El plan complejo de la ciudad, con sus múltiples ángulos y ejes, se adapta a la difícil topografía del sitio de 135 hectáreas. Algunas calles estrechas, casi siempre rectilíneas, se articulan alrededor de las plazas urbanas y de los jardines, abriéndose por momentos a la vista fluvial. Una arteria extendida recorre la ribera. Las zonas más antiguas de la ciudad y sus casas datan de los siglos XVII y XVIII. La Ciudad Alta, que constituye una gran parte del sitio histórico, posee en su mayoría edificios de principios del siglo XIX de inspiración neoclásica. Entre los monumentos dignos de mención que se destacan entre las casas de piedra, se encuentran el Castillo Frontenac (1892) y varias iglesias e instituciones educativas. Los techos plateados del Seminario, originalmente construido en 1663, ampliado y restaurado varias veces desde entonces, continúan reflejando las diferentes estaciones de la ciudad. La Ciudadela, por su parte, está en forma de estrella y el recinto protegido marca la zona de la Ciudad Alta.

Criterios de inscripción

Criterio (iv): Conjunto urbano coherente y bien conservado, el Distrito Histórico del Antiguo Quebec es un ejemplo excepcional de ciudad colonial fortificada y, por lejos, el más completo al norte de México.

Criterio (vi): Québec, la antigua capital de Nueva Francia, ilustra una de las etapas importantes de la colonización de las Américas por los europeos.

Referencias históricas

• A su llegada a la Ciudad de Quebec, Samuel de Champlain, su fundador, construye la «vivienda» al pie del promontorio; en 1620, se erige un fuerte en la cumbre del acantilado (70 m). La vivienda y el fuerte constituyen el origen de los dos núcleos de la capital de Nueva Francia.
• La Ciudad Alta y la Ciudad Baja se distinguen por sus funciones específicas: administración y culto en la primera, negocios en la segunda. Tras una serie de guerras por la posesión de los territorios donde abunda la fauna de pieles comerciales, el puerto de la Ciudad de Quebec conoce un primer período de crecimiento, gracias precisamente a la exportación de las pieles.
• La amenaza inglesa provoca la construcción de fortificaciones en 1695. La reconstrucción de éstas, en 1720, se realiza según el trazado que, en lo sucesivo, delimitará el espacio de la Ciudad Alta. En vísperas de la derrota francesa (1759), ya está construida la Ciudad Baja, esto es, toda la franja que rodea el acantilado a nivel del río.
• Después del sitio de 1775 y ante la eventualidad de nuevas amenazas por parte de Estados Unidos, se erige la ciudadela que domina el San Lorenzo (1819-1831). A finales del siglo XIX, el puerto alcanza su mayor período de actividad.

Fuente: https://whc.unesco.org/en/list/300/