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Rafael Perez de la Concha Camacho – Córdoba (España)
#HeritageCityStories
Hola. Soy Rafael Pérez de la Concha Camacho, funcionario del Ayuntamiento de Córdoba. Aunque mi formación es la de Turismo, he trabajado durante 15 años en el ámbito del Protocolo y las Relaciones Públicas, y durante los últimos 20 años también en Turismo y en Patrimonio.
Conozco la OCPM desde 2001, año en que desde mi Ayuntamiento me asignaron la responsabilidad de dirigir la Unidad de Turismo y Patrimonio de la Humanidad y la Secretaría Regional para Europa del Sur y Mediterráneo de esta Organización de Ciudades Patrimonio Mundial, como Coordinador Regional. 35 años trabajando para hacer mejor la vida en mi ciudad, Córdoba. Todo un lujo que disfruto cada día.
Tanto el Turismo como el Patrimonio sufren a menudo agresiones mundiales como las guerras y las crisis económicas, que destruyen nuestros vestigios culturales y, especialmente, afectan a los profesionales que desarrollan su actividad económica en estos sectores. En estos momentos y debido a la paralización total a causa de la pandemia del COVID-19, estamos sufriendo una situación muy difícil en ambos ámbitos. Personalmente no me afecta económicamente, de momento, pero en el sector turístico y en el Patrimonio, esta parálisis está ocasionando situaciones muy tristes para muchos profesionales y amigos, y que vivo en primera persona, pues mis hijos han perdido total o parcialmente su trabajo.
Casado con Loli desde hace 34 años con quien he formado una maravillosa familia. Mi hijo Rafa se casa en septiembre. Trabaja en el departamento web de una importante cadena hotelera española, que ha tenido que adoptar medidas de Regulación del Empleo y ha visto reducida su actividad y sus ingresos… Mi hija Azahara, quien me acompañó al último Congreso Mundial de la OCPM celebrado en Cracovia, es Guía Oficial de Turismo en Córdoba, y hasta la declaración del Estado de Alarma en España, desarrollaba su carrera profesional mostrando a nuestros numerosos visitantes el maravilloso patrimonio de Córdoba, con cuatro inscripciones en la Lista de la UNESCO.
Mi madre Ángela, un Patrimonio Humano impresionante que enviudó con 40 años pero que sacó adelante a cuatro hijos pequeños en una España con pocas oportunidades, cumplirá 98 años en breve. Pero este año sus hijos y nietos no podremos celebrarlo junto a ella debido al confinamiento al que estamos obligados. Ellos, nuestros mayores, quienes lo han dado todo por esta sociedad, son quienes peor lo están pasando. Muriendo muchos de ellos y aislados todos los demás, sin el cariño familiar en una etapa difícil de sus vidas…
Pero estoy absolutamente convencido de que todo volverá a la normalidad poco a poco. Y volveremos a salir para trabajar, para pasear, para disfrutar de nuestras bellas ciudades, de nuestras increíbles familias y por supuesto a reunirnos con los amigos. Volveremos más fuertes, con más ganas de vivir, más solidarios, más tolerantes, más humanos…